Qué ruina de obras. Mira que son pesadas, eh. Y ustedes seguro que han hecho obras en casa alguna vez y sabrán a lo que me estoy refiriendo. Nosotros la estamos padeciendo aquí, al final del paseo Germanías, haciendo la prolongación. Y llevamos dos días con un martillo neumático de ésos, o como se llame, una taladradora, toc-toc-toc. Esto es un infierno. Aquí no hay quien viva. Y, luego, está lo del cemento. Tú entras a la emisora por la mañana tan normal y, cuando sales, te encuentras una capa de cemento recién hecho en la puerta y sin posibilidad alguna de salir.
Ahora: ya puede quedar bien. Como encima quede una chapuza…
El caso es que este tipo de cosas lo acabamos sufriendo todos. Las obras son de lo más democráticas, salpican a todos por igual. Bueno, en el caso de las obras del AVE en Barcelona, sólo afectan a los curritos que van a trabajar desde las afueras en su tren. Encima de que dejan el coche en casa, de que no contaminas, de que no despilfarran, de que renuncian a ser los reyes de la creación, como dice el anuncio ése de la tele, van y les dejan sin medio de transporte.
Claro, la culpa la tienen ellos por pobres. Si se hubieran comprado un piso en el centro no les pasarían esas cosas. ¿A quién se le ocurre?
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Nuestra psicóloga de guardia, Mayca Castro, nos habla hoy de depresión: ¿cómo detectarla? ¿Cómo afrontarla? ¿Cómo tratarla? Escúchala:
mayca_24-10.rarMi amiga Marietta nos remite una nueva carta. Está enfadadísima porque una de sus amigas se marcha de viaje a Nueva York. Y eso, a ella, le ha dolido mucho.
Mi queridísimo Paco:
Desde que tengo uso de razón, o sea, desde hace cuatro o cinco años, he querido viajar a Nueva York.
Sí, ya sé que si por la tele echaran películas de Paco Martínez Soria todo el santo día, seguramente me daría por el alto Aragón pero, qué vamos a hacerle, soy una esclava cultural del Gran Imperio Americano y lo que me pone es Nueva York, ¿verdad?
El problema de compartir tus sueños con los demás es que suelen terminar realizándolos otras personas en vez de tú.
Mi amiga Raquel, de entre todas mis amigas la menos viajera, me sorprendió la semana pasada con que se largaba quince días a la ciudad de los rascacielos. Y le digo: “pero, tú… ¿dónde vas, alma de cántaro? Si lo más lejos que te has ido ha sido a Miramar, a ver a tu madre a la residencia. Si cada vez que te pedía que me acompañaras de shopping a Valencia me salías con que a ti, esos desplazamientos tan largos, te dejaban exhausta”. “Pero, Raquel, cariño, que cuando se te estropea el ascensor de casa te vas a un hotel por no tener que subir las escaleras andando, Raquel, bo-ni-ta”.
Ejem… Seguramente, notarás en mi tono de voz el eco de mi envidia. También notarás que una frase como la que acabo de soltar es imposible que haya salido de un cerebro tan justito como el mío.
Pues tienes toda la razón: lo he copiado de la revista de Ana Rosa.
Pues sí: la envidia me corroe, como corroe el óxido el hierro, como corroe el sarro los dientes, como corroe... Como corroe el… el… Ay, ¿te das cuenta? ¡Ya ni las metáforas me salen!
Ayer, lo que queda de mi conciencia, decidió que mi amistad con Raquel debía ser más fuerte que unos días de vacaciones. Así que, la llamé para quedar a tomar un té ayurvédico y, de paso, darle una lista con todo aquello que debía traerme de la Gran Manzana.
¿Y sabes con lo que me sale?
¡Con que su marido, para darle una sorpresa, la ha invitado a dos musicales de Broadway! Y le digo: “¿tendrás el valor de ir a ver dos espectáculos de Broadway? ¡Si ni siquiera te gusta la música! ¡Si hasta el tono de tu llamada de tu móvil es el de un teléfono, normal y corriente! ¡Si es que Dios le da pan a quien no tiene dientes!”.
Bueno, creo que ya se me está pasando el enfado, ¿verdad? De hecho, aquí estoy, tan tranquilamente, clavándole agujitas a este muñequito tan gracioso y que tanto se parece a mi querida amiga Raquel.
Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus
Si no te apetece leer, puedes escucharla descargándote el archivo:
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Durante los próximos dos días, Gandia acoge unas Jornadas sobre la diversidad familiar y los retos por la igualdad, organizadas por U.N.A.F. (Unión de Asociaciones Familiares). Escucha a Vicent Bataller, coordinador del
Espai de Sexologia de la
Universitat Internacional de Gandia. Una entrevista cañera, cañera.
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