Este es el titular más catastrófico de la mañana: “El cambio climático puede reducir el turismo a la mitad”.
Yo ya llevo toda la mañana con un nerviosismo y una intranquilidad que no me deja ni respirar. Claro, ¿de qué vamos a vivir, si no es del turismo? ¿Del campo? ¡Si ya no queda! Bueno, sí, campos de golf. Pero esos no dan fruta.
Esta misma mañana, las autoridades competentes visitaban las obras de ampliación y mejora de la fachada marítima de la playa de Gandia y los trabajos de regeneración en las dunas que está llevando a cabo el ministerio de Medio Ambiente (que, al paso que vamos, va a denominarse de cuarto ambiente). Claro, han dicho: “vamos a darnos prisa porque, si no, no llegamos”. Y nada, se han hecho la foto. Una foto histórica porque, según el titular catastrófico de la mañana: nos quedan dos telediarios. Esa foto pasará a la posteridad igual que han pasado a la posteridad esas imágenes de Benidorm como un pueblecito de pescadores. O esas otras del desierto de Nevada (EE.UU.) antes de convertirse en las Vegas. O aquellas viejas fotografías de cuando gente como Yola Berrocal y demás viciosas de la cirugía plástica parecían seres humanos y no máscaras con salchichas en lugar de labios.
Yo, por si acaso, estoy empezando a mirar pisos por la meseta. Según los científicos, Toledo tendrá playa.
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La preadolescencia es el tema del que hablamos con nuestra piscóloga de guardia, Mayca Castro. Para el que no lo sepa, la preadolescencia abarca el tiempo comprendido entre los 6-7 años y los 10-11. Descárgate aquí la entrevista:
mayca_castro_12-12.rarNuestra amiga epistolar, Marietta, se transforma en la fantasiosa lechera del cuento en esta carta. Más abajo encontrarás el enlace al audio.
MARIETTA Y LA LOTERÍA
Mi queridísimo Paco:
Esto es una locura. Al próximo que me venda un número de lotería me lo como. Ya ni sé el dinero que llevo gastado. Si hasta he tenido que pedir uno de esos préstamos que anuncian tanto en la tele. Sí, esos que te dan hasta 3.000 euros en una sola llamada y a un interés bajísimo, del 900 por ciento, ¿verdad? Entre los décimos de la falla, el trabajo de Samuel, el centro social del barrio, las 4.000 asociaciones benéficas de la ciudad y no sé cuántas participaciones más, no sé si me llegará para comprar el turrón. Menos mal que sé que me va a tocar la cesta de Navidad que sorteas en tu programa el día 19, ¿verdad, Paco? Recuerda que sé dónde vives.
En todos los días de mi vida había jugado tanto. ¿Me estaré haciendo ludópata? ¿O será que me he subido al carro de este consumismo salvaje que nos invade con tal de no sentirme excluida socialmente? Total, si luego no toca tanto. Al precio que están los pisos, ya ni con el Gordo te alcanza.
Ay (suspiro), no me extraña que, con semejante optimismo, nunca me haya tocado nada. Así, desde luego, no se tienta a la suerte. Seguro que más de uno estará pensando “pues dámelo a mí, que yo sí que tengo en qué gastármelo”.
Una de las imágenes que se repiten, año tras año, el día del Sorteo, es aquella en la que los periodistas preguntan a los afortunados qué van a hacer con el dinero. La mayoría suele responder que tapar agujeros. Por lo visto, España está que un día de éstos se nos cae a pedazos, de tantos agujeros como tiene, ¿verdad?
¿Recuerdas el cuento de la lechera? Pues la lechera soy talmente yo. Anoche, mientras Samuel y yo veíamos “Escenas de matrimonio” y Mónica Patricia jugaba en su cuarto a la playstation con un amiguito, que esta niña se cree que nací ayer y aún me chupo el dedo, como si no supiera lo que les hacen las hormonas a los cerebros de nuestros hijos; pues Samuel y yo, digo, nos imaginábamos todo lo que íbamos a hacer si nos tocaba el Gordo, los pisos que íbamos a comprar, los viajes que íbamos a hacer por todo el mundo, los regalos que íbamos a repartir entre amigos y familiares... Y, en fin, necesitaríamos que nos tocara 40 veces para cumplir todos nuestros sueños. Y necesitaríamos, además, 15 vidas para poder disfrutarlos.
Para cuando acabó “Escenas de matrimonio” el cántaro acabó hecho añicos. No nos pusimos de acuerdo en cómo invertir la pasta. Samuel defendía que lo mejor era reinvertirla y yo, que gastarla, que es lo que suele hacerse con las fortunas, ¿verdad?
Y a partir de ahí la cosa se enredó que no veas.
Ahora seguro que no me toca nada. Por acaparadora.
Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus
Y, aquí, el audio:
marietta_12-12.rarEste jueves, en la casa de la Marquesa, se hablará de libros con Josep Piera. Se trata de un encuentro literario organizado por Adriana Serlik dentro de las actividades del taller literario que desarrolla en la Universitat Popular de Gandia:
adriana_serlick_12-12.rar
Más información en www.lalectoraimpaciente.com
