Ahora que ya han pasado unos días del gran evento gastronómico anual en la ciudad de Gandia, me atrevo a expresar mi opinión sobre este acontecimiento que ha llegado a su 35ª edición.
No me gusta. Nada. Y no me gusta porque los objetivos que persigue no se logran nunca (por cierto, ¿alguien conoce los fines últimos de este concurso, más allá del concurso?). Si el propósito es dar a conocer el plato típico de nuestra ciudad, el fracaso es absoluto. Basta con escuchar a algunos reputadísimos chefs para darse cuenta de que la fideuà y su fiesta "internacional" pasan inadvertidos, que hay eventos culinarios con una mayor repercusión a nivel nacional e internacional, y que al final da la sensación de que no quieren que nadie se entere de esto, no vaya a ser que se estropeen sus esencias.
Recuerdo que, en ediciones anteriores, solía concertar entrevistas con sus responsables en la radio en la que trabajaba ¡y siempre me dejaban colgado! Si ése es el interés que demuestran en promoción y divulgación de un acontecimiento como éste, ¿qué puede esperarse de su desarrollo? Por no hablar de la poca capacidad de convocatoria de aquellos personajes que más podrían hacer por su promoción(no pasamos de Ximo Rovira o Lulú Pedraza, grandes profesionales por otra parte, pero ¿no hay nadie más?). ¿Cómo es posible que pasen tan desapercibidos algunos de los nombres del jurado (Paco Torreblanca, Quique Dacosta)? Una crítica más: ¿cuándo se darán cuenta de que Internet supone una fuente de información con muchísimas más posibilidades que la edición de una revista carísima que no se vé después en ningún sitio? ¿No conocen el poder de la web, de los blogs, de las redes sociales?
Un año más, este concurso se ha convertido en un ejercicio de onanismo "a la gandiense". Se dice que Gandia es Valencia en pequeño pero yo creo que seguimos siendo, con perdón, un poco paletos.
Y ahora voy a prepararme una fideuà, que me está entrando hambre.
Mañana empiezan las vacaciones para millones de españoles que, con crisis o sin ella, no perdonan -al menos- dos semanas de merecido descanso. En las fotos de arriba podéis ver el estado del Paseo Marítimo Neptuno de la playa de Gandia, a la espera de las hordas mesetarias. La afluencia de visitantes de este finiquitado mes de junio no ha sido demasiado buenas que digamos, pero se confía en que los meses vacacionales por excelencia no sean tan negros como los expertos de la cosa turística pronostican.
