lunes, 12 de febrero de 2007

Marietta en bucle

Esta semana Marietta critica duramente a todos aquellos que acudieron a Fitur 2007.

Mi queridísimo Paco:

Había una rumba que decía “ay yo no sé qué tienen tus ojitos que me vuelven loco”. Como diría Isabel Preysler: “¿t’acuerdas?”.
Con el fin de hacerla más nuestra, yo adaptaría la famosa tonadilla para hacerla más gandiense y cantaría por las esquinas de la ciudad “ay yo no sé qué tiene Fitur que me vuelve loco”.
Sí, la Feria Internacional de Turismo les vuelve a todos locos. A políticos, a periodistas, a empresarios… Los trastorna. Y todos los años es lo mismo. Ya sé que por esto dirán que tiro piedras sobre mi propio tejado, puesto que la industria turística es el pilar básico de nuestra economía, pero como a mí nadie me conoce, pues la discreción es una de mis máximas vitales, lo puedo decir con la tranquilidad que da la ignorancia, que para estas cosas es muy atrevida, ¿verdad?
Es como lo del Día del Árbol, que se celebra el próximo domingo. Con todos los árboles que llevan plantados los concejales encargados de la cosa medioambiental se podría reforestar el Amazonas. Tal y como está la cosa, podría ser todo el año entero el Día del Árbol, y así contribuiríamos en algo a frenar el tan temido cambio climático. Mi amiga Raquel, de entre todas mis amigas la más miedica, vive sin vivir en ella misma por culpa del cambio climático. No porque la descentre el frío o el calor, que también, sino porque se ha comprado un chalet cerca de la playa y teme que con el derretimiento de los casquetes polares se le inunde la casa, ¿verdad? Que además de miedica, la pobre tiene muy poca visión de futuro, porque no me digas tú a mí que esto del cambio climático no se veía venir de lejos, con Bush negándose a firmar el protocolo de Kyoto y con ocho coches por familia echando humo como si no costara (porque ésa es otra: el petróleo se acaba y la gasolina es cada vez más cara, pero parece que pagarle a las multinacionales del crudo no nos sabe mal). Lo que tenía que haber hecho mi amiga era comprárselo en todo lo alto del Mondúber, que ahí no creo que llegue el mar cuando se nos derrita el Polo Norte. Si es que queda Mondúber, porque al paso que vamos, me parece raro que aún no le hayan hecho un PAI, o como se diga.



Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué razón tienes Marieta. A ver si cuidamos un poco más el planeta y gastamos menos luz y agua. Simplemente con estos actos y reciclando contribuiremos a una mejor distribución de los recursos limitados y naturales del planeta que habitamos. Saludos. R. dsd BCN.