
El resultado es una descacharrante película que no deja de sorprender y que retrata con sarcasmo y de un modo feroz a la sociedad norteamericana actual. Se le perdonan inlcuso las secuencias de humor más zafio porque consigue arrancarte la carcajada sin sentir vergüenza ajena. Todo un descubrimiento el de este personaje inventado por el cómico inglés Sacha Baron Cohen para la televisión.
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