miércoles, 6 de junio de 2007

Protagonistas Gandia (miércoles 06-06-07) 13h


En nuestra segunda hora establecemos comunicación con Leticia Martín. Desde el Hotel Bayrén de la Playa de Gandia nos da todos los detalles del XXXIII Concurso Internacional de Fideuà de Gandia y Gastronomía, que se celebra hoy.
También recibimos la carta de nuestra amiga Marietta de los Espírtus. Por petición popular, también la dejo aquí escrita:

MARIETTA Y TODO LO DEMÁS

Mi queridísimo Paco:

No voy a hablar ni de pactos ni de fideuaes. Porque mira que os ponéis pesados los periodistas locales cuando os da por algo. No seré yo quien ponga en duda el interés de estas dos noticias, pero, como decía aquel mítico dúo del humor, Martes y 13, el mundo no se acaba donde acaba el mar, qué va, hay barca para seguir. Pues eso, que la actualidad no se acaba en un pacto postelectoral ni en un concurso gastronómico, ¿verdad?
Y como prueba de la diversidad autóctona ahí está esa concentración de tunning que provocó que el domingo tardara más de 40 minutos en poder ir a tomar mi baño de sol dominical debido a los atascos que organizaron pocos metros más allá de la universidad. Para los neófitos, diré que el tunning consiste en modificar el coche, por dentro y por fuera, con el único propósito de… de… Bueno, supongo que para algo lo harán.
El caso es que, mientras me churruscaba en pleno embotellamiento, puesto que mi coche es de ésos que van como a propulsión, no te digo más, que yo diría que es hasta del mismísimo Henry Ford de los años que tiene, y que, por ende, carece de aire acondicionado, observé en la lejanía una figura vagamente familiar bailando sobre el techo de un coche sin prenda de abrigo alguna que tapara su torso al ritmo de una música atronadora y machacona. Como digo, estaba en la lejanía y aquella persona me resultaba sólo vagamente familiar. Cuando llegó la cercanía, comprobé que era familia del todo: se trataba de mi hija Mónica Patricia. Era ella quien bailaba semidesnuda encima de aquel coche ante los aullidos de una manada de adolescentes en celo. Aparqué como pude ignorando los berridos orangutanescos de un vigilante de seguridad al que era imposible mirar a la cara si no querías tener un esguince cervical, de tan alto como era, ¿verdad?
Me abrí camino a bolsazos, con uno monísimo que regaló el año pasado Ana Rosa Quintana en su revista. Mónica Patricia, sangre de mi sangre, carne de mi carne y hueso de mis huesos, al verme venir, salió corriendo, avergonzada, gritando.
Ya no la volví a ver hasta el día de hoy. Dice que le echaron algo en la bebida y que por eso se despendoló tanto.
Ya veremos la cara que pone cuando le diga que a mí también debieron de echarme algo aquel domingo porque, inexplicablemente, su coche luce unos terribles arañazos en casi todas las puertas.
Bueno, no.
En todas las puertas.



Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus



Por último, nos dimos un paseo por las tierras y los castillos de Alfons El Vell con Xavier Pérez.
Get this widget | Share | Track details

No hay comentarios: