viernes, 15 de mayo de 2009

Zara's World

Una de las grandes exportaciones estadounidenses ha sido el megacentro comercial. Hace un par de décadas viajábamos a las capitales de provincia para pasar un día entero en una de estas grandes superficies. Aquello era como visitar un parque de atracciones cuando eres niño. Ahora ya no hace falta desplazarse tanto: cualquier ciudad de tamaño mediano cuenta, no ya con uno, sino con dos o más centros de este tipo. Gandia, por ejemplo, ya cuenta con tres parques comerciales: la Vital, Plaza Mayor y Myo. Pero da igual que estés en Lugo o en Gandia porque lo que encuentras en ellos es exactamente lo mismo: el imperio Zara (algún día Amancio Ortega será el dueño del mundo), McDonald's, Jack & Jones, Springfield, Bel-Ros... Todas venden lo mismo a los mismos precios (otra mentira que nos han contado los defensores del libre mercado).

Definitivamente, estamos asistiendo a la uniformización de nuestros pueblos y ciudades, a la homogeneización de todo un país (y, si me apuran, de todo un continente). Dentro de poco, lo exótico será tan extraordinario, tan inusual, que nos dará miedo.
Y habrá quien lo considere una amenaza.

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