Marietta se hace mayor

Esta semana Marietta reflexiona acerca de las nuevas tecnologías y de cómo éstas nos hacen sentirnos "caducados".

Mi queridísimo Paco:

¿Sabes cuándo una se hace mayor? Cuando te hablan de mp3 y de internet y te crees que te están dando el menú de un restaurante chino, ¿verdad?
Yo, que me las daba de moderna, de estar siempre al día en cuanto a vanguardias y tecnologías, de ponerme modelitos imposibles años antes de que éstos se pusiesen de moda… Y ahora resulta que me he quedado antigua. Estoy desactualizada, me dice mi hija Mónica Patricia. ¿Y tú sabes lo que eso significa para una persona de espíritu tan joven como yo? Es algo parecido a la muerte. La muerte social, se entiende.
Todo esto viene a cuento, ¿verdad?, porque el otro día se me acerca Raquel, de entre todas mis amigas la más patosa, y me dice que el alcalde tiene un blog. Y le digo yo: “pues vaya noticia. Si no lo tuviera, ya me dirás tú dónde se apunta todo lo que tiene que hacer, que supongo que será bastante, porque eso es lo que tiene el oficio de alcalde, ¿verdad?”. “Que no, Marietta, que no te hablo de un bloc con c, sino de un blog, con g”, me contesta ella. “¿Y eso qué es?”, le pregunto. “Eso, que no te enteras, es como un diario personal que se puede leer por Internet”, me dice ella, crecida en su sabiduría. “Ah. ¿Y eso hace el alcalde? ¿Escribir un diario para que lo lea todo el mundo? Pues para eso que se vaya a "Salsa Rosa", que allí por lo menos pagan”, le contesto. “Que no, mujer. Que es un diario virtual, un diario sobre su trabajo como alcalde, en el que se recogen sus opiniones sobre la ciudad y los comentarios que estas opiniones suscitan entre los visitantes de su blog”, me dice ella.
Dicen que la curiosidad mató al gato. Pero como también dicen que los gatos tienen siete vidas, me arriesgué a ser curiosa y visité el blog del alcalde. En su primera entrada hablaba sobre si estamos ya en precampaña electoral. Y ya se recogían cinco comentarios de visitantes de la página. Todos muy favorables, claro. Faltaría más. Que para ponerle verde ya está la Oposición, ¿verdad?
Y mi amiga Raquel, de entre todas mis amigas la más envidiosa, también se ha hecho uno. O eso es lo que ella cree. Porque si yo me he quedado desactualizada, ella se ha quedado en la Edad de Piedra. Está emperrada en dictarle al ratón del ordenador lo que quiere escribir. Y ahí la tienes, hablándole al ratón, contándole su vida como si el aparatejo tuviese orejas, creyendo que hace algo. Porque todo el mundo sabe que no hay que dictarle al ratón, sino al teclado.
Pobre ignorante.



Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus