Anoche, cuando salía de la emisora de trabajar, camino de casa, tuve la ocasión de comprobar, además de que hacía un frío que pelaba (que, por otra parte, va muy bien para el cutis, porque te lo deja terso, terso), que vuelven a hacerse agujeros en las calles donde ya se habían hecho anteriormente. Yo dejaría las calles abiertas en canal para siempre. Podíamos hacer de ello una seña de identidad turística. ¿No es Venecia la ciudad de los canales? Pues Gandia podría ser la ciudad de los agujeros. Y para que la gente no se cayera en ellos, podríamos rodearlos de vallas pintadas por nuestros mejores artistas. Porque, ¿para qué molestarse en taparlo si, al cabo, de unos meses, volverán a abrirse? Así tenemos las calles, parcheadas. Como los remiendos en la ropa. Claro que, eso de los remiendos, ya mucha gente ni sabe lo que es. Ahora, cuando ves que un pantalón tiene un roto, lo tiras y te compras uno nuevo. Antes, no se hacía esto. Antes se remendaban, Seguro que se acuerdan del villancico: yo me remendaba, yo me remendé… Uno de esos villancicos absurdos que no tiene sentido. Porque ya me dirán que tiene que ver que hacia Belén vaya una burra con el remiendo.
Bueno, pues si no queda más “remiendo” tendremos que acostumbrarnos a ver ese paisaje urbano, lleno de agujeros. Todo sea por el progreso.
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Estas fiestas de Navidad serán aprovechadas por muchos para hacer una escapadita a Madrid y ver uno de los espectáculos musicales que llenan la Gran Vía madrileña. Con Laura Moise le echamos un vistazo a la cartelera teatral (y musical) del Broadway español: laura_moise_13-12.rar
Iluminada Ample es responsable del servicio de hemodonación de Valencia. Hablamos con ella de la importancia de dar sangre con motivo de la fiesta de la donación que se llevará a cabo en la plaza del Ayuntamiento de Gandia este sábado, durante todo el día: iluminada_ample.rar
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