Protagonistas Gandia (viernes 20-07-07)

No sé si lo han notado ustedes, pero estos días Gandia olía mal. Muy mal. Lo peor es que, durante estos días, me han hecho creer que el que olía mal ¡era yo!
Por lo visto, en no sé qué solar han dejado un montón de abono para no sé qué (para que vean lo bien informado que estoy), y con el calor y tal aquello ha empezado a hacer un pestazo que no vean. Mejor dicho, que no huelan. Vamos, que huele a mierda. Con perdón.
Pues cuatro días llevo duchándome cinco veces diarias pensando que era yo el que expelía semejante tufo. ¡Con lo cara que va el agua! Y con lo cara que nos la van a poner, como sigamos así.
Olía a vaca. Y ustedes pensarán: qué sabrá este, que se le nota que no es de campo. Pues les diré que reconozco ese olor porque me tiré dos años viviendo delante de una vaquería. Que ahora suena como algo súper exótico, casi como de posguerra, pero es completamente cierto. Y el olor se te metía por la pituitaria y de ahí ya no salía. Tendías la ropa y te la dejaba ya perfumada para el resto del día.
Es complicado vivir con los olores, sobre todo si son malos.
Yo conozco a una persona que no tiene sentido del olfato. Y, en un primer momento, piensas: qué suerte, así no tendrá que soportar el olor a sobacos de la gente que va en el autobús, por ejemplo. Pero, si lo piensas detenidamente, dices: claro, igual que no hueles a los demás, tampoco te hueles a ti. Y lo mismo vas apestando a sardinas podridas y tú tan campante. Pero, ¿qué más te da si tú no te hueles?
Claro que… Tampoco podría oler los guisos… O un perfume… O el olor a césped recién cortado… O a hierbabuena… O el olor de un bebé…
¿Esto no les suena a los anuncios de compresas?


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Conocimos a la madrina de la Semana Santa de 2008 y camarera del Cristo Resucitado: Rosario Llobell. Puedes descargarte la entrevista si haces clic en r.llobell_madrina_s.sta_07.rar

Hasta finales del mes de agosto, el monasterio de Santa Maria de la Valldigna, en Simat, acoge la exposición "Cofres de amor", una interesantísima muestra de cofres de los siglos XIV y XV.
Estos cofres eran regalos que hacían los novios a sus novias y tienen su origen en Italia. Hablamos con Laura Peñarroya, gerente de la Fundación Blasco de Alagón, organizadora de la exposición. Puedes escucharla descargándote la entrevista aquí: cofres_amor_20-07.rar