miércoles, 2 de enero de 2008

¡Feliz 2008 a tod@s!

Feliz Año Nuevo, señoras y señores. Espero que hayan empezado el año con la mejor de las suertes y confío en que nos hagan el favor de acompañarnos durante este 2008 en la sintonía de Punto Radio en Gandia.

Y tranquilos que ya queda menos, que estamos en la recta final, que esto es un trámite, que ya vienen los Reyes, como dice el villancico.

Yo supongo que han hecho acopio de valor y se han comprometido a algo. Cuando se empieza un nuevo año se tiene uno que comprometer a algo. Es esta palabra que sólo se usa estos primeros días del año y que se conoce como “propósito”. ¿Cuál es el suyo? Pero no sean tópicos, que hoy la extravagancia es un valor en alza.

Eso de ponerse a dieta, dejar de fumar, apuntarse al gimnasio o aprender inglés son demasiado comunes.

Ahora se lleva lo raro… No sé… Propónganse aprender chino. Yo no sé ustedes, pero yo soy de los que creen que, de aquí a diez años, o sabes chino o te mueres del asco. Toda la vida pinchándote con el inglés, que si es el idioma de los negocios, que si es el idioma del dinero… Y ahora resulta que son los chinos los que se van a quedar con todo.

¿No se dan cuenta de que ése es “EL PROPÓSITO”? Qué más da perder unos kilillos o ponerse hecho una sílfide si luego no vas a poder ganarte la vida… ¡por no saber chino!
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En este nuevo año no podía faltar nuestra amiga epistolar, Marietta de los Espíritus. Os dejo con esta primera carta del año. Un poquito más abajo está el audio.

MARIETTA Y LOS RITOS DE NOCHEVIEJA

Mi queridísimo Paco:

Antes de nada, me gustaría felicitarte el nuevo año y desearte lo mejor para este 2008 recién estrenado. Espero que lo hayas empezado con buen pie y que te hayas comido las 12 uvas de rigor. Yo, personalmente, llevo un lío de sortilegios que no me aclaro. Los he mezclado todos.

Mira que si, en lugar de buena suerte, me he echado un mal de ojo a mí misma… en este maravilloso y desconocido mundo todos aportan una nueva idea, un secreto que contó en la televisión el vidente de turno y que hará que en el año nuevo brillemos con luz propia, ¿verdad?; o una ancestral costumbre aprendida en un viaje exótico; o esa vieja tradición familiar que se ha ido heredando de generación en generación.

Lo malo de ser tan ecléctica como lo soy yo es que, al final, acabo mezclándolo todo con resultados desastrosos. Que conste que no tengo nada en contra de la mezcla, porque de la mezcla han surgido bebidas tan estimulantes como el “dry martini”; pero también de la mezcla de ingredientes han salido platos de dudosa calidad como los rollitos de primavera de los restaurantes chinos; o el cerdo agridulce…. O el pan de gambas… O el arroz tres delicias…

En fin, que del eclecticismo al cajón de sastre sólo hay un paso. Lo mismo ocurre con la elegancia, que sólo la separa del ridículo una delgadísima línea. Porque Victoria Beckham se pone una pamela y está monísima. En cambio, me la pongo yo y parece que me han plantado un geranio en la cabeza, ¿verdad? O mira a la Obregón… Bueno, este ejemplo tal vez no sea el idóneo, pues la Obregón sólo tiene de elegante el novio.

Todo esto viene a que cada uno te sugiere una manera distinta y exclusivísima de arrancar el año tentando a la buena suerte. Que si tienes que brindar con oro, que si tienes que brindar con plata, que te hagas un nudo en la muñeca con un lacito de color amarillo que sirve para atraer al dinero (ya ves tú, si el truco funcionara íbamos a parecer la gallina Caponata con tanto lazo amarillo), que escribas en un papelito un deseo y luego lo quemes, que te pongas un liguero azul, algo nuevo, algo prestado… ¿O eso era cuando te casas?

Oh, Paco, ¿lo ves? ¡Menudo lío tengo!

Lo que no sé es si con los sortilegios pasa lo mismo que con los medicamentos, que mezclados unos con otros tienen contraindicaciones, ¿verdad?

Comparada con tanta parafernalia esotérica, la españolísima tradición de comerse una docena de uvas al son de las últimas campanadas del año resulta de lo más ingenua.

Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus

Y aquí tenéis el audio, por si no hay ganas de leer: marietta_02-01.rar

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