Y nos hacemos varias preguntas: ¿qué se puede esperar de una persona que sale de casa armado con un cuchillo? ¿Qué espera encontrarse una noche de fiesta para salir equipado con un cuchillo? ¿Una selva? ¿Un ataque de lobos hambrientos? ¿Qué se puede esperar, además, de ese grupillo de chavales (armados con gran equipaje intelectual y dotados de un equilibrio mental prodigioso) que actúan a modo de escolta del orangután líder de la manada? ¿Qué manera de divertirse es ésta de salir a la busca y captura de los problemas, de la pelea, del encontronazo?
¿Por qué para pasarlo bien se queman contenedores o papeleras, se destrozan jardines, se hacen pintadas en cualquier pared que se les cruce por el camino?
El Ayuntamiento de Tavernes ha lanzado una campaña que busca frenar las desagradables deposiciones caninas en las calles, como la que se puso en marcha en Gandia hace unos años. No, señores, déjense de campañas. Pongan multas. Y bien gordas. Y si no conseguimos acabar con la guarrería, al menos tendremos dinero para limpiarla.
Porque, a este paso, las calles serán “Territorio Comanche”.
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Vaya fin de semana de resultados negativos: el CF Gandia se aleja de la promoción de ascenso tras su derrota frente al Eldense y el Gandia Bàsquet perdió en Canarias por culpa de un primer cuarto malísimo y de un virus que había hecho mella en algunos jugadores. Nos lo ha comentado Paco Cardona:
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