miércoles, 27 de febrero de 2008

La felicidad ah-ah-ah-ah

Gandia, ciudad de ferias y congresos. Ya tenemos un nuevo eslogan. Nos van a montar una carpa en el polígono Rafalcaid para que allí la gente, las empresas, vendan sus cosas. Bueno, un sector nada competitivo, ¿eh?, este de las ferias. No hay casi competencia. Bah, sólo Madrid, Barcelona o Valencia, pero nosotros podemos con eso y más. Gandia es como la aldea gala de Astérix: somos un pueblo de irreductibles valencianos capaces de enfrentarse a cualquier ataque del Imperio, sea de donde sea el Imperio.

Va, no seamos tan negativos: le deseamos toda la suerte del mundo a este proyecto que esperemos culmine en un palacio de congresos como toca y no en una carpa.

Mientras, el resto de España se pregunta si Zapatero se ha puesto botox o si De la Vega es lesbiana. No, no lo digo yo. Es que esto ya ha aparecido publicado. Lo de la vicepresidenta, en El Mundo, no merece ni un comentario, aunque tal y como está la cosa de crispada, no me extrañaría que algún energúmeno se acercara al mitin del sábado en la plaza del Prado y le gritara alguna barbaridad (ayer un grupo de independentistas le reventó un acto en la Universidad). En fin, parece que la buena educación no está de moda.

En cuanto a lo de que el presidente se haya hecho un arreglillo (lo podemos leer en 20 Minutos… Bueno, reproduciré un comentario de una compañera de trabajo: “al meu poble, la que no té tetas és perquè no vol”. Por lo visto, su pueblo (no diremos nombres) es el de la serie de Telecinco “Sin tetas no hay paraíso”.

Esto está a la orden del día.
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¿Existe eso que llaman la felicidad? ¿Cómo alcanzarla?
De las cosas que pueden hacernos la felicidad hablamos con nuestra psicóloga de guardia, Mayca Castro.
Por cierto, ¡que se nos casa! ¡Enhorabuena, Mayca!: felicidad.rar
Ah, le he hecho un regalito: las tomas falsas del programa. Puedes escucharlas descargándote este archivo: tomas_falsas.rar


La carta de Marietta de nuestra amiga epistolar versa sobre encuestas electorales. Abajo tenéis el enlace donde podréis descargaros el audio:

Mi queridísimo Paco:

Creo que me he equivocado de profesión. Bueno, te preguntarás si yo tengo profesión, pues todo el mundo sabe que yo vivo del cuento, como tantos y tantas en este país. Y yo te diré: pues no. No tengo oficio conocido, pero sí mucho beneficio. Y si no, que se lo digan a mi Samuel, que se me beneficia todas las semanas. Pero, mira, es una manera de empezar como cualquier otra, ¿verdad?
Digo que me he equivocado de profesión porque estos días me he encontrado con un nicho… No, no te asustes. No pienses que me voy encontrando ataúdes por las calles, cual niño de “El sexto sentido”. Era por parecer un poco más moderna en mi vocabulario. Estoy hablando de esa expresión que ahora se dice tanto de “nicho de mercado”, que sirve para señalar que ahí hay un mercado por explotar ante el cual nadie había reparado. Tenía que haber estudiado para encuestadora. Y yo que pensaba que era uno de los oficios menos gratificantes del mundo, que todo el mundo te daba con la puerta en las narices, que casi todos te colgaban el teléfono y que poco menos que te escupían. Y ahora resulta que no. O, al menos, a esa conclusión he llegado tras comprobar el enorme número de encuestas que se publican estos días con motivo de las próximas elecciones generales. En la vida había visto esa proliferación de encuestas en todos los medios de comunicación como este año. Y, algunas, incluso, hechas al momento. Como, por ejemplo, las que anunciaron nada más acabar el debate entre Zapatero y Rajoy. ¿Cómo es posible que haya gente que atienda la llamada telefónica de un encuestador o encuestadora a las 12 de la noche? Yo te digo que a mí me llaman a la 1 de la madrugada para preguntarme si me ha gustado más Zapatero o Rajoy y, como poco, me acuerdo de su padre, ¿verdad?
Pero lo inaudito no es que haya muchas encuestas. Lo más increíble de todo es que haya tanta gente que ha sido entrevistada y que yo no conozca a ninguna. Bueno, miento. A mí me hicieron una vez una encuesta y, encima, me pagaron por ella con un cheque regalo de 12 euros para gastar en unos grandes almacenes. Claro que aquella encuesta duraba casi dos horas (como para no pagar). Desde entonces, cada vez que veo a alguien por la calle con una carpeta y un boli me tiro en plancha y le digo: “¿quieres encuestarme?”. Te diré: con lo bien que me vinieron aquellos 12 euros.
A mí ya me está pillando un poco mayor, pero mi hija Mónica Patricia, que no sabe dónde ir a parar, que va por la vida como vaca sin cencerro, como oveja descarriada, como gata sin cascabel (y se me ocurren más comparaciones animales, pero no es plan), podía hacer unas extras encuestando a todo quisque.
Cuando se lo dije, me contestó que estaba muy ocupada preparando el casting de “Tú sí que vales”. Y le digo: “¿y tú qué sabes hacer, cariño?”. Y me dice: “¿yo? Nada. Como la mayoría de los que van”.
¿Qué te parece?

Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus



Aquí tienes el audio:marietta_27_feb.rar



Ayer pudimos ver en Gandia "Pactar amb el gat", del director catalán y profesor de la Universitat de València Joan Marimón. Con él hablamos de una película que consiguió nada menos que diez candidaturas a los premios Barcelona. Una cinta ambientada en el barrio de Gràcia y que cuenta varias historias de amor (¿imposibles?). En breve saldrá en DVD:
joan_marimon.rar
Aquí tienes el enlace a la web de la peli: http://www.pactarconelgato.com

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