La huelga de transportes, por ejemplo, que, aunque no sea competencia de la nueva ministra, preocupa mucho a todo el mundo. Dicen que si la cosa no se arregla, mañana jueves empezaremos, de verdad, a notar los efectos de esta huelga. Y algunos empresarios y empresarias han empezado a preocuparse.
Y yo me pregunto: ¿a quién le están haciendo la huelga? ¿Al gobierno? ¿O a los ciudadanos y ciudadanas? Porque, en esto de las gasolinas, ¿quién manda? ¿Manda el gobierno? ¿O mandan los que de verdad mandan en el mundo?
Cada vez estoy más convencido de que todos estos individuos, los dueños de estas multinacionales petroleras, son los dueños y las dueñas del mundo. Y que son ellos y ellas los únicos y las únicas que tienen el poder de cambiar el mundo cuando les dé la gana.
Pero saldremos de ésta: pagando el barril de petróleo a 200 dólares. Y todo seguirá igual.
Ya lo verán. Pero no nos dejemos llevar por el pesimismo. Siempre habrá alguien o “alguiena” que suelte chorradas, como lo de “miembra”, que nos distraiga un rato.
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rosanna_torres.rar
También puedes escucharla directamente desde aquí:
Esta es la carta que Marietta enviaba esta semana al correo de "Protagonistas Gandia":
Mi queridísimo Paco:
Definitivamente, nos hemos vuelto locos. Parece que es la primera vez que en este país hay una huelga. Si bien es cierto que la de estos días afecta a mucha gente, parece que nos hemos olvidado de que aquí se han hecho tres huelgas generales y hemos salido adelante. Lo digo porque algunas personas están haciendo acopio de provisiones por miedo al desabastecimiento de alimentos. Igualito que en la guerra civil. Puedo llegar a entender que una persona mayor, que ya ha pasado por momentos difíciles, pueda tener miedo, pero que me encuentre a mi amiga Raquel, de entre todas mis amigas la más miedosa, en cierto supermercado, con el carrito cargado hasta arriba de huevos, leche y carne, qué quieres que te diga, ya clama al cielo, ¿verdad?
“Pero, vamos a ver, alma de cántaro, ¿se puede saber para qué compras leche, huevos y carne?”, le pregunté yo. “Marietta, cariño, es que no sé en qué mundo vives. ¿No te das cuenta de que esto ya ha reventado, de que estamos en crisis, que no sé cómo acabaremos?”, respondió ella muy sobreexcitada, tras lo cual le arreé una bofetada. Sí, ya sé que actué de un modo excesivamente violento, pero una bofetada a tiempo en casos de histeria siempre va muy bien.
“Raquel, cómo te lo explicaría yo… Entiendo que estés asustada. Lo que no entiendo es compres todo esto teniendo en cuenta que tienes intolerancia a la lactosa, los huevos se te indigestan y, sobre todo, y lo más importante, ¡que eres vegetariana desde que alcanzaste la mayoría de edad!”, exploté.
“Mira, cuando se trata de sobrevivir, las alergias y las convicciones personales se van a paseo”, me contestó ella. Y se fue a pagar a la línea de cajas.
Asustada, me dirigí a casa y me fui derechita a la nevera, para ver con cuántas provisiones contábamos. El congelador estaba casi lleno y en la despensa había bastantes latas. “Pues ya puede llegar el fin del mundo que, a mí, no me va a pillar sin comida”.
Por la noche, Samuel y yo cenamos tranquilos, porque Mónica Patricia se había ido al cine. Vimos un poco de televisión y nos fuimos a dormir, en nuestro confortable colchón de látex. Recuerdo que pensé: “agua caliente, una cama, alimentos, un techo, electricidad… ¿Algún día apreciaremos la calidad de vida de la que gozamos”.
Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus
Escúchala haciendo clic en el enlace: http://francis.apolo.googlepages.com/marietta11-06-08.mp3
Hablamos de ello con nuestra psicóloga de guardia, Mayca Castro:
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