“En tiempo de crisis se apuesta por Gandia” dijo ayer el alcalde al presentar el proyecto de remodelación de la Plaça del Tirant, que costará algo más de ocho millones de euros. Esta frase-titular que nos ha regalado el alcalde ha hecho que la imaginación se me dispare. Si tan bien le va a nuestra ciudad la crisis, ¿por qué no trasladamos la Bolsa a Gandia? Podríamos ponerla en la placeta dels colomets, en el antiguo Cine Goya, que es un edificio como muy de Bolsa. A lo mejor, con el cambio, el IBEX vuelve a dispararse, igual que hizo ayer tras los anuncios de medidas económicas anunciadas por los gobiernos de la Unión Europea. ¿Por qué no le proponemos a Pedro Solbes que traslade el Ministerio de Economía y Hacienda aquí, si tan bien se nos da? Porque, a tenor de lo comentado por la concejala de la cosa monetaria, nuestro ayuntamiento tiene unas cuentas saneadísimas. Aquí llegamos a fin de mes sobrados. Es más, ¿por qué no cambiar de residencia la capitalidad europea a Gandia? Tanto Bruselas para arriba, Bruselas para abajo, y la solución la tenemos aquí, bien cerquita.
A raíz de este proyecto de la plaza del aparcamiento del río Serpis, empiezo a notar un cierto estrés. ¿Nos va dar tiempo a hacerlo todo? ¿Estará todo acabado para el famoso V Centenario? Mira que si vienen los Reyes a cortar la cinta y lo tenemos todo manga por hombro…
Qué disgusto más grande.
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Con Raulet el Artillero nos vamos de viaje a uno de los rincones más bellos del planeta: viajamos a Florencia, el salón de Italia, como dicen ellos. Antes, hacemos escala en Pisa y, ya de paso, engordamos un poquito gracias a su espectacular gastronomía. El paseo lo dimos con Laura Della Rocca:
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