miércoles, 9 de julio de 2008

Desde luego, yo no sé en qué mundo vivo. No me entero de nada. Ahora resulta que al ladito justo de mi casa han construido un edificio que es la bomba en cuanto a eficiencia energética. Al parecer, se perfora el suelo y se aprovecha el calor que sale de ahí, que por lo visto es muchísimo, para producir frío en verano y tener calefacción en invierno. Pero, ojo, no hagan esto en sus casas porque lo único que van a conseguir es enfadar al vecino.

Y resulta que es el primer edificio de toda España en tener estas características. ¡Bravo! Por fin hemos conseguido ver las consecuencias reales de eso que se llama “investigación y desarrollo”.

Pero me surgen dudas: como sigamos a este ritmo, haciéndole agujeros al planeta, vamos a terminar dejándolo hueco. A ver si nos vamos a convertir en una gigantesca pelota de ping pong y nos vamos a caer, vía láctea abajo. Con lo poco que sabemos del universo: mira que si terminamos en un sitio peor que éste. Menos mal que los G-8, los ricos que andan reunidos en Japón, que mira que está lejos Japón, van a arreglarlo todo, van a acabar con el hambre en el mundo y con las guerras y con todo.

Estoy por pedirles que se den una vuelta por Gandia, a ver si nuestros políticos dejan de discutir por una salsa que, al final, ha acabado cortándose como la mayonesa.
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Entre un 15 y un 17% de las parejas españolas tienen problemas para formar una familia. El retraso en la edad de la maternidad es uno de los factores, pero el abuso de drogas o medicamentos, la obesidad o la anorexia también son causas de la infertilidad. El otro gran enemigo de la natalidad es el estrés. Un estudio del Instituto Bernabéu de Alicante desvela que el 80% de los cónyuges que se someten a un tratamiento necesitan también recibir ayuda psicológica. Hablamos de ello con Mayca Castro:



El Campus de Verano, organizado por el Campus de Gandia de la UPV, tiene abierta la inscripción en el curso "Visiones del Antiguo Egipto", en el que se realiza una aproximación a la cultura egipcia, su arte y la escritura jeroglífica. La matrícula puede realizarse a través de la web www.cfp.upv.es/campusveranogandia/ o en despacho F-201 del Campus de Gandia de la UPV. Los cursos se imparten del 14 al 17 de julio. Las personas que se desplacen a la playa de Gandia para asistir a los cursos del Campus de Verano de la UPV podrán optar a ventajas en el alojamiento en hoteles de la zona. El precio del curso está bonificado para toda la comunidad universitaria de la Universidad Politécnica de Valencia, incluidos miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos. El encargado de impartir este curso es el egiptólogo José Lull:

jose_lull_visiones_egipto.rar

Como cada miércoles recibimos la carta de Marietta:

¿CRISIS? ¿QUÉ CRISIS?

Mi queridísimo Paco:

Estoy hasta la mismísima peineta de la palabra “crisis”. Hay crisis por todas partes: crisis por aquí, crisis por allá… Si hasta mi amiga Raquel, de entre todas mis amigas la más rica, dice que está padeciendo una grave crisis económica. Pero, no te lo pierdas, ¿sabes por qué? Porque en lugar de comprarse un elefantiásico 4 x 4, que debe de gastar él solito unos 40 barriles de petróleo cada 100 kilómetros, se ha tenido que conformar con un descapotable.
¿A que da rabia? Me pasó lo mismo cuando vi el numerito que montaron los policías locales en el salón de plenos del ayuntamiento, disfrazados de Rambo y copiando el lema con el que Cuatro apoyó a la selección española: “podemos”. ¿Qué podemos? ¿Cobrar más? ¿Tener más días de vacaciones? ¿Cobrar las horas extras? Claro que se puede cobrar más: a costa de los impuestos que pagamos todos y que podrían invertirse en, por ejemplo, construir el maldito tren Gandia-Dénia. Claro que se pueden tener más días de vacaciones: a costa de aquellos que trabajarán esas 65 horas semanales que ha aprobado la Unión Europea. Claro que se pueden cobrar las extras: a mi amante esposo, Samuel, le saltaron las lágrimas el día en que la empresa le abonó unas horas que había hecho de más (pero, claro, aquello fue en época de bonanza económica). Ya sé que el funcionariado es un sector muy importante en nuestro país, pero que en estos tiempos que corren exijan una subida de 300 euros y que les parezca poco, cuando son tantos los que van a volver a engrosar las listas del paro, no me parece un ejemplo de solidaridad obrera, ¿verdad?
¿Por qué será que los que más protestan son los que menos derecho tienen a protestar? Jamás hubiera podido imaginar que me saliera este ramalazo reaccionario, pero es que cuando a una le tocan los duros, manda la retórica a tomar viento.
Si hasta el Ministro de Industria se ha quitado la corbata para no tener que poner en sus dominios el aire acondicionado a toda pastilla. Puestos a realizar un consumo más responsable, no vería con malos ojos que el Ministro fuera a trabajar en bermudas o, por qué no, descamisado. Es más, yo directamente prescindiría de algún ministerio inútil que seguro que gasta tanto como una ciudad entera de tamaño medio.
Eso suele pasar mucho en la empresa privada: cuando algo no resulta rentable, se echa el cierre.
Pero, claro, no es plan de que los funcionarios del susodicho ministerio se me disfracen de a saber qué en pleno Congreso de los Diputados, como hicieron nuestros polis.

Afectuosamente,
Marietta de los Espíritus

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